A temprana hora, los visitantes de origen local, nacional y extranjero, se apropiaron de todos los rincones de este espacio público, donde las condiciones de cielo nublado que se observaron durante la mañana en esta ciudad, no fueron motivo para mermar el ánimo de fiesta que en todo momento se vivió en el Planetario y sus alrededores.

De acuerdo con Fernando Ávila, del Observatorio Astronómico Nacional del Instituto Astronómico de la UNAM e integrante del Comité Nacional de Eclipses; la ciudad de Torreón había sido elegida por la comunidad científica para la observación del fenómeno, dado su clima desértico y baja nubosidad.

No obstante, el nublado atípico que este lunes presentó la Perla de La Laguna, sembró cierta incertidumbre en distintos sectores, aunque el panorama cambió conforme transcurrieron las distintas fases del evento astronómico.

“Le apostábamos a algo muy propio de los eclipses totales, precisamente; la ventaja de un eclipse total, a diferencia de un eclipse parcial, es que en este momento de oscuridad completa hay un descenso en la temperatura, hay un cambio en los vientos y apostamos precisamente a que en ese instante, el viento despejara, empujara las nubes y efectivamente eso fue lo que sucedió”, manifestó Fernando Ávila.

De esta manera, el anillo solar pudo verse perfectamente en el cielo lagunero, sellando así un día histórico para Torreón.

“Se palpaba la energía, hubo momento de silencio y después el grito de euforia de que lo estaban viendo finalmente, porque igual los asistentes tenían la preocupación de que no se pudiera ver nada, y bueno, ya pasó la adrenalina, creo que todo mundo sale con un recuerdo imborrable”, expresó.

Añadió el especialista que fue muy tenue la capa de nubosidad que permaneció al momento que el eclipse llegó a su totalidad, sin embargo, eso no afectó su visibilidad gracias a que en esta ocasión, el ciclo de actividad del sol estaba casi en su máximo nivel, lo que permitió que la corona fuera más intensa y más grande, a diferencia de anteriores eclipses totales que presentaron una intensidad baja en cuanto a la actividad del astro rey.